La Biogeografía

La Biogeografía es el estudio de los hechos y patrones de la distribución de las especies, en tiempo y espacio. Por esta ciencia, podemos hablar de los sitios donde habitaron los dinosaurios, el por qué las tortugas marinas, las aves, las ballenas y otras especies realizan viajes migratorios tan largos, y por qué desaparecieron los hipopótamos de algunas islas del mundo. La zoogeografía es la parte de la Biogeografía que estudia características faunísticas de paisajes y regiones, la evolución y la dinámica actual de áreas de distribución de animales y sus relaciones con la especie humana. 
La Biogeografía, y la Zoogeografía, apoyadas por ciencias muy diversas, como la Ecología, la Paleontología, la Geología y otras, no solamente preguntan qué especies hay y dónde están; también preguntan por qué y, tal vez lo más importante, por qué no.

Área de Distribución
El Área de Distribución, es un importante concepto para la Biogeografía. Justamente se refiere al área habitada por una especie y a la superficie, donde las poblaciones de una especie, han sido observadas y registradas.
El Área de Distribución tiene en cuenta que las especies no permanecen fijas y que el tamaño de una población, puede aumentar, expandiéndose y colonizando nuevos lugares o disminuir hasta contraerse en el espacio.

Áreas de distribución y endemismos 
El área de distribución puede ser muy grande. Por ejemplo, el puma, también llamado “león de montaña”, se distribuye en todo el continente americano, desde el Yukón en Canadá hasta el sur de los Andes. La orca, por su parte, se considera un mamífero marino cosmopolita ya que se la puede encontrar en las aguas, frías o cálidas, de todo el mundo. Contrario a lo anterior, algunos animales son endémicos porque su presencia es exclusiva de un territorio geográfico. El endemismo puede considerarse dentro de un abanico muy amplio de escalas geográficas; así, un organismo puede ser endémico de una cima montañosa o un lago, de una cordillera o un sistema fluvial, de una isla, de un país o incluso de un continente. Normalmente, el concepto se aplica a especies, pero también puede usarse para las subespecies, variedades, géneros y familias. Los canguros, por ejemplo, son endémicos de Australia, mientras que las iguanas marinas lo son de las islas Galápagos. Ejemplos de endemismo en México son la vaquita marina, que únicamente habita en el Mar de Cortés.

La distribución sistemática de los animales 
Es difícil ver rinocerontes y jirafas en las zonas montañosas, como también lo es imaginar cabras monteses o alces en las selvas de la zona ecuatorial. Intuitivamente, sabemos que un animal no se encuentra “en todas partes”. Es por ello, que se tiene en cuenta un argumento clave para clasificar a la Tierra no a partir de sus rasgos geográficos sino de sus características biológicas. Las diferencias se pueden observar y comprender teniendo en cuenta ambientes terrestres y acuáticos o entre montañas y planicies, mares y océanos donde hay distintas profundidades. La distribución de los animales en el mundo está dividida en las siguientes regiones:

* Neártica (al norte) Bisonte, alce, borrego cimarrón, oso, lobo, zorro y coyote.
* Neotropical (al sur) en el continente americano. Monos platirrinos, pecarí, capibara, oso hormiguero, perezoso, vampiro, armadillo, iguana, ñandú y manatí
* Paleártica, que incluye la mayor parte de Asia, Europa y el norte de África. Panda, ciervo rojo, oso café, ciervo elk, mustélidos, alca y urogallo.
* Afrotropical, antes llamada Etiópica, en la que se ubica el continente africano al sur del Sahara y Madagascar. Elefante, león, jirafa, rinoceronte, hipopótamo, gorila, chimpancé y ñu.
* Oriental, en la que se encuentran la India, el sudeste asiático y buena parte de Indonesia. Elefante asiático, rinoceronte de placas, toro gaur, antílope, macaco, orangután, tigre y gavial.
* Australasiática, con la porción más al sur de Indonesia, Australia, Nueva Zelanda e islas vecinas. Canguro, koala, demonio de Tasmania, kiwi, emú, panda arborícola, ornitorrinco, cacatúa y casuario.
* Antártica, en la que se halla la Antártica y muchas pequeñas islas cercanas. Foca, pájaro bobo, ballena, pingüino, petrel, krill y albatros.

La distribución histórica de los animales 
Saber lo que ha ocurrido con la distribución de una especie o grupo de especies a lo largo del tiempo es otra tarea importante de la biogeografía. Pensemos en el puma, el jaguar o cualquier otro felino que hoy habite en Sudamérica y sea característico de sus regiones selváticas, como el Amazonas. Sus ancestros son originarios de América del Norte y solo pudieron llegar a Sudamérica y establecerse cuando el “puente” que faltaba entre estas dos masas continentales terminó por cerrarse en lo que hoy es Panamá. Su historia evolutiva y distribución histórica producto del estudio de los fósiles, nos permiten disponer de una mejor imagen biogeográfica de estos animales en el tiempo. Algo similar ocurrió con los camélidos, grupo del cual descienden las vicuñas, guanacos y llamas, hoy tan característicos y económicamente importantes en Sudamérica. Dichos animales tuvieron su origen en Norteamérica y luego se desplazaron hacia Sudamérica al surgir el puente continental. Por estudios de evidencias fósiles, hoy podemos hacer una interpretación correcta de la manera en que los animales extintos y existentes se  distribuyeron y ocuparon nuevas áreas, manteniéndose en zonas muy específicas y desapareciendo en otras. Los casos de los dinosaurios que vivieron en Norteamérica durante buena parte de la era Mesozoica, hace unos 74 millones de años, así como en Neuquén, Argentina, en el Cretácico, hace unos 100 millones de años, son ejemplos de la distribución histórica de los animales. En esa época, Norteamérica estaba dividida por un enorme corredor marino interior, donde habitaban el Elasmosaurus, el Tylosaurus y la enorme tortuga marina primitiva Archelon, todos ellos de entre 7 y 10 metros de longitud. Esta división fue tan prolongada que hoy es posible reconstruir la presencia de dos diferentes faunas de dinosaurios que durante mucho tiempo evolucionaron de manera independiente. Por su parte, enormes bestias como el Gigantosaurus y el Dakosaurus dan testimonio de la diversa fauna de dinosaurios que habitaron en Neuquén, uno de los lugares donde más fósiles se han encontrado en el mundo, no solo de dinosaurios sino de muchos otros grupos animales.

¿Por qué no?: barreras a la dispersión y distribución de los animales 
Algunos animales son muy tolerantes a las condiciones del medio, tales como luz diurna, temperatura, salinidad, humedad y otras. Incluso algunas especies necesitan cambios drásticos en estas condiciones en algún momento de sus ciclos de vida. Un ejemplo conocido es el del salmón, que nace en un río, nada al mar y pasa ahí buena parte de su vida, para regresar luego al río una vez que ha alcanzado la madurez sexual y comienza su etapa reproductiva. Muchos peces también exhiben adaptaciones extremas en este sentido, como en la desembocadura de un río, en alguna de las muchas zonas lagunares tropicales costeras del mundo. En ellas se pueden ver peces propios de las saladas zonas marinas, otros de las zonas de agua dulce de los ríos del interior, y también peces que muestran una gran tolerancia a estas variaciones en los niveles de salinidad. El hombre y sus actividades han y siguen influenciado para modificar la distribución geográfica y supervivencia de las especies animales. Desde los primeros colonizadores de sitios remotos, pasando por los primeros exploradores que colectaron especies vivas en sus viajes y hasta la actualidad, la distribución geográfica de los animales ha experimentado muchos cambios, algunos de ellos con consecuencias favorables para el conocimiento, el estudio y la economía; otros sin consecuencias aparentes, y muchos más que han conducido a la extinción de diversas especies. Lo cierto es que las respuestas a las cruciales preguntas de dónde están, por qué y por qué no, ya no están desligadas de la presencia humana en la historia del planeta.

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