Una especie es un grupo de seres vivos que presentan características similares y que son capaces de reproducirse y dar descendencia fértil, es decir que pueden intercambiar información genética.
- Especie
- Género
- Familia
- Orden
- Clase
- Tipo
- Reino
La evolución permite
variedad en los individuos de cada especie. Esta variedad origina razas
distintas que a su vez pueden originar subespecies. Entre las subespecies
pueden establecerse barreras que impidan el intercambio genético, originando
especies nuevas.
El caballo, en este caso la yegua, y el asno o burro
no pertenecen a la misma especie. Por cuanto su descendencia, la mula, es
estéril.
Origen de la Vida
La cuestión del origen de la vida en la Tierra
ha generado en las ciencias de la naturaleza
un campo de estudio especializado cuyo objetivo es dilucidar cómo y cuándo
surgió. La opinión más extendida en el ámbito científico establece la teoría
que la vida
comenzó su existencia a partir de la materia inerte en algún momento del
período comprendido entre 4.400 millones de años cuando se dieron las
condiciones para que el vapor de agua pudiera condensarse por primera vez y 2.700 millones de años
atrás cuando aparecieron los primeros indicios de vida. Las ideas e hipótesis
acerca de un posible origen extraterrestre de la vida, que habría sucedido durante los
últimos 13.700 millones de años de evolución del Universo tras el Big Bang,
también se discute dentro de este cuerpo de conocimiento. El cuerpo de estudios sobre
el origen de la vida forma un área limitada de investigación, a pesar de su
profundo impacto en la biología y la comprensión humana del mundo
natural. Con el objetivo de reconstruir el evento se emplean diversos enfoques
basados en estudios tanto de campo como de laboratorio. Por una parte el ensayo
químico en el laboratorio o la observación de
procesos geoquímicos o astroquímicos. En la tarea de determinar estas
condiciones se toman datos de la Geología
de la edad oscura de la tierra a partir de análisis radiométricos de rocas antiguas, meteoritos, asteroides y materiales considerados primitivos,
así como la observación astronómica de procesos de formación estelar. Por otra parte, se intentan
hallar huellas presentes en los actuales seres vivos. Y por último, se trata de
verificar las huellas de presencia de vida en rocas, como microfósiles. Los progresos en esta área son
generalmente lentos y esporádicos, aunque atraen la atención de muchos
científicos.
La cuestión de la generación espontánea: de Aristóteles a Pasteur
La concepción clásica, que actualmente se conoce
como generación espontánea, sostenía que los organismos vivos complejos se generaban por la descomposición de sustancias orgánicas.
Por ejemplo, se suponía que los ratones surgían espontáneamente en el grano almacenado
o que las larvas aparecían súbitamente en la carne.
El término fue acuñado en 1870 por el biólogo Thomas Huxley.
La tesis
de la generación espontánea fue defendida por Aristóteles,
quien afirmaba, por ejemplo que los pulgones surgían del rocío
que cae de las plantas, las pulgas de la materia en putrefacción, los cocodrilos de los troncos en descomposición en
el fondo de las masas acuáticas, y así sucesivamente. La autoridad
que se le reconoció a Aristóteles hizo que esta opinión prevaleciera durante
siglos y fuera admitida por pensadores tan ilustres como Descartes, Bacon o Newton. Por ejemplo, en el siglo
XVI, el químico y naturalista Jan Baptista van Helmont, padre de la bioquímica,
llegó a afirmar en 1648 que: Los piojos,
garrapatas, pulgas y gusanos surgen de nuestras vísceras y excrementos. Si
juntamos con trigo la ropa que usamos bajo nuestro atuendo cargada de sudor en
un recipiente de boca ancha, al cabo de 21 días cambian los efluvios penetrando
a través de los salvados del trigo, y transmutando éstos por ratones. Tales se
pueden ver de ambos sexos y cruzar con otros que hayan surgido del modo
habitual...
En el siglo XVII la generación espontánea se
cuestiona. En 1676 Anton van Leeuwenhoek descubrió microorganismos
que, según sus dibujos y descripciones, podrían tratarse de protozoos y bacterias. Esto encendió el interés por el mundo
microscópico. El
descubrimiento de los microorganismos abre la puerta para que se deseche la
posibilidad que los organismos superiores surjan por generación espontánea. En
1768 Lazzaro Spallanzani probó que los microbios
estaban presentes en el aire y se podían eliminar mediante el hervor.
Pero no fue hasta 1861 que Louis
Pasteur llevó a cabo una serie de cuidadosos experimentos que
probaron que los organismos como los hongos
y bacterias no aparecían espontáneamente en medios
estériles y ricos en nutrientes, lo cual confirmaba la teoría celular.
Primeros planteos científicos: Oparin y Haldane
Una vez desechada la generación
espontánea, esta cuestión del origen de la vida buscaba intentar explicar el
origen de la primera célula. Los conocimientos de la astronomía
y el origen
del sistema solar permitían especular sobre las condiciones en que
surgió este sistema vivo. Simultáneamente, Oparin y Haldane elaboraron una
serie de hipótesis.
Hasta 1924
no se realizó ningún progreso real. Oparin
expuso una teoría quimio-sintética en la que una “sopa primitiva” de moléculas orgánicas se pudo
haber generado en una atmósfera sin oxígeno a través de la acción de la luz
solar. Éstas se combinarían de una forma cada vez más compleja hasta quedar
disueltas en unas gotitas. Estas gotitas crecerían por fusión con otras y se reproducirían mediante desintegración en gotitas
hijas, y de ese modo podrían haber obtenido un metabolismo
primitivo en el que estos factores asegurarían la supervivencia de la
integridad celular. Muchas teorías modernas del origen de la vida aún toman las
ideas de Oparin como punto de partida. El mismo año Haldane
también sugirió que los océanos prebióticos de la tierra, muy diferentes de sus
correspondientes actuales, habrían formado una sopa caliente diluida en la cual
se podrían haber formado los compuestos orgánicos, los constituyentes
elementales de la vida.
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